JOHN CARPENTER . EL MAESTRO DEL TERROR
John Carpenter es uno de
los grandes, de eso no hay duda. Y hoy se supone que cumple años, y que sea por
mucho tiempo. Carpenter era ese muchacho que componía música, motivado por su
padre, y que a su vez era estudiante de cine en la Universidad del sur de
California allá en los setenta. Que soñaba con ser el nuevo Howard Hawks
mientras tocaba en su grupo de rock "Coup de Ville", junto a sus
colegas Nick Canstle (coguionista de "1997 Rescate en nueva York" y
director de "Starfighter") y Tommy Lee Wallace ("Halloween
3" y teleserie "It"), mientras rodaba entre fines de semana su
proyecto universitario "Dark Star" con su compañero de estudios Dan
O´bannon (guionista de ALIEN y Total Recall) y con diseños futuristas de otro
colega, el ilustrador Ron Cobb. Carpenter quería dirigir westerns, y de hecho
había escrito un guion que soñaba que protagonizase Elvis Presley.
Pero el destino tenía
planeado otra cosa para él. Tras "Dark Star"(75), dirigió el western
urbano "Asalto a la comisaría del distrito 13"(76), su personal
homenaje a "Rio Bravo" de Hawks, con ramalazos a la mitología zombi
de George A. Romero. Pero el western ya no vendía a finales de los setenta,
pese a que Carpenter le debe su esencia. Recibe el encargo de escribir una
trama sobre un loco que acosa a una niñera y de ahí nace
"Halloween"(78), su consagración, que abre la puerta a la corriente
slasher de la época. Pero lo último que desea Carpenter es repetirse, y aborda
un homenaje a William Hope Hodson, inspirador de Lovecraft, y el llamado
maestro del terror marino con "La niebla"(80), su primera obra
abiertamente arriesgada e incomprendida.
Llegan los ochenta y
recupera un guion que escribió para Clint Eastwood y se lo ofrece a su actor
fetiche Kurt Russell, con el que dirigió el telefilme "Elvis"(79), y
ahí nace uno de nuestros personajes favoritos; el Snake Plissken de "1997
Rescate en Nueva York"(81), clásico desde su día de estreno y carne de
"exploit" italiana y serie Z de las que molan. ¿Es "La
cosa"(82), su mejor película?, posiblemente. Porque su pesimismo llegó más
lejos que en ninguna otra; y por tener el final abierto más desolador de la
historia del cine. Adaptación inconfesa de "En las montañas de la
locura" de Lovecraft, bajo la excusa de adaptar el relato "¿Quien hay
ahí?" de Don A Stuard/John W Campbell, "La cosa" transciende su
condición de invasión parasitaria alienígena, para convertirse en una metáfora
de la propia condición humana. De ese lado oscuro que negamos y ocultamos, pero
que nos mira desde el fondo del abismo.
El público de la época no
quiso aceptarlo; era la guerra fría y se señalaba a la madre Rusia. Era el
tiempo de E.T. mi casa, y "La cosa" hablaba del enemigo más
peligroso, el que habita dentro de nosotros. Carpenter pagó un precio muy alto;
la incomprensión de la industria primero y un cáncer de piel por la sobre
exposición solar de la nieve durante su rodaje y que ha arrastrado desde
entonces. Se ve obligado a aceptar encargos; "Christine"(83), la
adaptación obligada de Stephen King y "Starman"(85), que resuelve ambas
con mano maestra. Su último capricho de cara a la industria es "Golpe en
la pequeña china"(86), de nuevo con su inseparable Kurt Russell.
Carpenter es consciente de
que ya no juega en primera línea y regresa a la serie B con "El príncipe
de las Tinieblas"(87), guiño a Lovecraft que podría haber sido escrita por
novelistas como Shaun Hutson o Richard Laymon, y "Están vivos"(88),
una metáfora de la américa de la era Reagan, basada en un relato del
semidesconocido Ray Nelson, y que es más Philip K Dick que muchas adaptaciones
oficiales del gran autor de la sci-fi paranoica. Pudo haber sido Kurt Russell
el protagonista, pero su limitado presupuesto le obliga a contratar al
mamporrero Roddy Piper. Menos es nada.
Le siguen años de
inactividad hasta "Memorias de un hombre invisible"(92), un encargo
para más gloria del insufrible Chevy Chase, y el telefilm de episodios con Tobe
Hooper, "Body Bags"(93). Recupera su esencia Lovecraft con la
brillante "En la boca del miedo"(95), y recupera a su añorado Snake
Plissken en "2013; rescate en Los ángeles"(96).
"Vampiros"(97), es lo más cercano que Carpenter ha estado de poder
rodar un western, aunque lo mezcle con terror, inspirándose en la novela de
culto del fallecido John Steakley. Tras barajar una tercera entrega para la
mitología Snake Plissken que transcurriría en Marte nada menos, la caída en
picado del presupuesto le lleva a echar mano de dos secundarios impresentables;
el nefasto Ice Cube y la inexpresiva Natasha Henstridge.
"Ghost of Mars"(2001)
es junto a la posterior "The Ward", su canto de cisne de cara a las
pantallas de cine. Mientras, Carpenter dirige el magnífico "Cigarrete
Burns"(2004), para la teleserie de culto "Masters of Horror"
producida por Mick Garris. Su segunda incursión en la teleserie con el fallido
"Pro Life", no es tan afortunado.
Y hasta ahora Carpenter
experimenta una segunda juventud con la música con las tres entregas de
"Lost Themes". Quise ir a verlo a Barcelona cuando vino a tocar aquí,
pero no se puede tener todo. Feliz cumpleaños maestro.
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