GIDEON FALLS . TERROR PSICOLÓGICO EN VIÑETAS

 

¿Quién es el individuo que rebusca entre la basura?, y ¿ qué diantres quiere encontrar?, a través de un primer plano invertido comienza la obra “GIDEON FALLS” donde el protagonista Norton deambula por las calles de una ciudad, rescatando pequeños restos que almacena cuidadosamente en frascos etiquetados con minuciosidad .

El aclamado guionista canadiense Jeff Lemire nos muestra mediante gestos singulares, comportamientos y un diálogo interno del propio protagonista, el complejo puzle psicológico que asoma en los primeros compases de esta historia de terror sutil y hondamente  intrigante. El hogar del protagonista es un fiel reflejado de su mente, la obsesión por acumular pequeños objetos inunda los armarios de frascos cronológicamente ordenados mientras el diálogo interno busca alguna respuesta o luz a través del rezo .

Mediante un salto geográfico en las primeras viñetas más allá del prólogo, nos situamos en la vida del sacerdote Fred Wilfred, quien es enviado por la Santa Sede a cubrir una vacante en una localidad llamada Gideon Falls, la cual acaba de ver fallecer a su pastor, el Padre Tom Chasely; Wilfred es reacio a su nuevo destino, y le expresa su inquietud a su Superior… “el Diablo está ocioso”… pero finalmente acepta la misión encomendada . A su llegada a Gideon Falls, la primera pregunta que formula el Padre Wilfred a Gene Tremblay, la co-directora del Colegio Parroquial es: ¿cómo murió el Padre Tom?, pero no obtiene respuesta ninguna .

El dibujante Andrea Sorentino utiliza un trazo sucio y algo difuminado pero junto con el colorista Dave Stewart consiguen que la narrativa gráfica encaje como un guante en el guión, tenemos una variedad considerable de pequeñas viñetas que contienen planos-detalle  esparcidos sobre el fondo de un gran plano general que ofrece un panorama que invita a reconstruir esta historia-puzle llena de misterio y locura .

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